Vivian Maier. Un Tesoro Oculto.


     
        La fotografía es algo especial para mí y se que para muchas otras personas en el mundo. En nuestra modernidad tenemos los medios, los dispositivos tecnológicos y el impulso social que nos hacen compartir a muchos nuestra pasión a través de internet. Incluso fotógrafos profesionales utilizan estas nuevas plataformas para exponer sus trabajos y darse a conocer. 
        La historia que a continuación les voy a comentar es por decir lo menos emocionante. Luego de saber en la medida de lo posible quien fue y como vivió Vivian Maier, su pequeña gran historia, su sensibilidad escondida, a mi me resulta inspirador.
        Para comenzar les dire que Vivian Maier nació en Nueva York el 1 de Febrero de 1926, hija como muchos por aquellos años de inmigrantes judíos europeos, su madre de origen francés y su padre austríaco. Cuando tenía 4 años su padre abandono el hogar. Vivió su infancia entre Nueva York y Francia. Luego de estar en Francia un tiempo se muda a Nueva York en 1951 cuando tenía 25 años, para luego mudarse a Chicago en 1956 donde pasaría la mayor parte del resto de su vida. Su vida.... de ella daremos algunas otras precisiones más adelante, antes les voy a compartir algunas de sus fotografías antes de continuar.











        Vivian Maier le tocó en suerte vivir en la época de la posguerra, durante el auge económico y comercial de los Estados Unidos y momento en el cual las grandes urbes del Noreste estaban creciendo, cambiando su fisonomía, por lo cual su trabajo fotográfico ha servido como crónica de una sociedad en plena movilización a un nuevo estilo de vida, un estilo que algunos pudieron lograr, pero muchos otros no, muchos habitantes que no lograron acomodarse a los nuevos tiempos. Esos marginados y excluidos también fueron retratados, así como gente que si había escalado en la sociedad a puestos de privilegio.
        Otra temática es el del cambio urbano, logro dejar testimonio de lugares que luego ya no volvieron a ser iguales y eso tiene un valor no solo en el aspecto artístico sino de patrimonio histórico que queda documentado.


         Las mujeres para la década de los 50s del siglo XX tenían un rol nuevo en la sociedad, esto es debido a que durante la segunda guerra mundial muchas de ellas se vieron en la obligación de ocupar los puestos de trabajo y oficios que tradicionalmente ejercían los hombres. Al terminar la conflagración bélica muchas  siguieron trabajando, otras regresaron a las labores tradicionales del hogar. Vivian Maier tomo una decisión y esa fue la de trabajar como niñera; parece a primera vista algo extraño, pero a la vista del descubrimiento de su pasión por la fotografía eso era perfecto, ya que no estaba encerrada en el hogar como madre ni en una oficina. El trabajo de niñera le daba el tiempo necesario para lo que en el fondo para ella si era importante.



        Ninguna de las familias que le dieron empleo como niñera tenían conocimiento de su trabajo fotográfico, es más se podría decir que a excepción de algunos de los niños a los que cuidaba nadie lo sabía. Vivian guardo celosamente todos los rollos y negativos que logro revelar, todo oculto a la vista y el escrutinio de los demás. Todo en un baúl.
              Su cámara era una Rolleiflex de doble objetivo. Esta cámara alemana tenía la particularidad de que se usaba colgando del cuello, de modo que quedaba a la altura del estomago, por lo que los encuadres son algo diferentes, así como la interacción entre el fotógrafo y las personas que serían objetivo de su lente. 

        
Las fotografía de Vivian Maier me produce distintos tipos de sensaciones, la primera es la de la soledad, una soledad que se ve en las personas de las ciudades ensimismadas en sus problemas y en su entorno inmediato y que las aleja del contacto con los demás. Los niños y sus emociones que muchas veces infravaloramos o subestimamos. Las ciudades que parecen inmensas criaturas que viven y sufren y crecen según los designios de sus habitantes. Para mí ha sido una sorpresa muy grata descubrir a esta fotógrafa que no nos dejó muchos datos biográficos personales, pero si un trabajo que nos demuestra su nivel de empatía con su entorno y con sus congéneres, aunque sea por el simple hecho de reflejar lo que estos sentían.

        .Esta fotógrafa extraordinaria, vivió los últimos años de su vida en una condición económica muy mala, en la pobreza. Poco tiempo antes de su fallecimiento tres de los niños a los que ella cuidó se enteraron de su situación y la ayudaron pagando su alojamiento, hasta que el 21 de abril del 2009 murió en la ciudad de Chicago unos meses después de sufrir un golpe en la cabeza. Murió en el anonimato, hasta que un evento inesperado la sacó del olvido. 
        La fortuna de disfrutar de su trabajo y de conocerla se la debemos a un jóven hstoriador aficionado llamado John Maloof, quien en una subasta compro un cajón por 380 dolares, con la motivación de encontrar datos o imágenes que le ayudaran a recrear la historia de la zona Noroeste de Chicago. En un principio pensó que no había conseguido nada valioso y las primeras imágenes las comenzó a vender por internet hasta que un conocido crítico de arte le hizo ver el valor de su descubrimiento y lo insto a no dispersar el material. Gracias a la familia Ginsberg a quien sus niños Vivian había cuidado consiguió rescatar 2 cajones que iban a ser desechados y donde encontraron más de 100.000 fotografías en negativos y muchos rollos sin revelar, de hecho el 90% de ellos Vivian nunca lo pudo hacer por falta de dinero.

        Vivian Maier además había dejado una colección de esquelas periodísticas, correspondencia, carretes de fotos a color, filmaciones en formato súper 8 y audios. Gracias a este descubrimiento se ha ido dando a conocer este maravilloso trabajo e incluso se han filmado documentales acerca de esta historia maravillosa. John Maloof hasta ahora ha revelado unas 20.000 fotografías por lo que la mayoría siguen sin hacerse públicas.

        Para terminar les dejó un par de autorretratos, genero que Vivian desarrollo mucho, haciendo gran cantidad de fotografías siendo ella una de las protagonistas de sus propios encuadres, su sombra, su reflejo, su yo verdadero. De ella no podemos decir nada más todo lo que podemos saber de ella es a través de su trabajo fotográfico.




Fotografías obtenidas en:
        
Referencias bibliográficas.

  1. Vivian Maier Street Photographer. Edited by John Maloof, Text by Geoff Dyer. Power House Books, December 2011.
  2. El extraño caso de Vivian Maier. Enrique Soto. Elementos, N°92, (2013); pg 25-28.
  3. Vivian Maier. La mirada de autor y la mirada social. Elsa Rodríguez. Acta Poetica, vol34. 2013. UNAM.
Referencia Videodocumental.

  1. https://www.youtube.com/watch?v=46TQEoNuuDE Documental UNED. TVE 2016


Comentarios

  1. Bella historia. No pudo mantener en secreto el contenido universal de su arte.
    Bellas fotografias. Me toca un sentimiento de parecer ausente, de estar invisible, aún en sus autorretratos.

    Algunas fotos salieron sin espacio entre ellas. Lucen confusas y no pueden apreciarse bien.

    Espero el próximo!!!

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  2. Bellas sus fotografias. Me encanta como juega con la luz y la sombra. Gracias
    por esta resena.

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  3. Hace como un año vi el documental sobre esta fotógrafa en televisión. Me pareció impresionante su talento, su fotografía con aquella cámara antigua no tiene absolutamente nada que envidiar a las fotos que se sacan con las cámaras actuales, poniendo en evidencia que en la fotografía se trata del ojo del fotógrafo más que la cámara con la que se saquen las fotos. En su historia entrevistaron a algunas personas que habían estado bajo su cuidado cuando era niñera y en realidad no a todos les caía muy bien que digamos. Era una persona muy misteriosa y solitaria pero con un talento increíble que decidió no compartir con el mundo.

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